Un neo oscurantismo

Andrés Pachano Arias

“…El elemento escencial en el negro arte de los ocurantismos no es que se quiera oscurecer la comprensión individual, sino que quieren ennegrecer nuestra imagen del mundo, y oscurecer nuestra idea de la existencia…”. (Federico Nietzsche)

Lo que está ocurriendo en Nicaragua, puede tener muchos símiles históricos, un aproximado es el oscurantismo; esa clerical práctica medieval para bloquear la difusión del conocimiento, la razón y la cultura; su objetivo: reinar.

El Diccionario de la Lengua Española dice que el término coincide con la “…defensa  de ideas o actitudes irracionales o retrógradas. Incultura, atraso, ignorancia, …”, y eso es la dictadura del matrimonio Ortega-Murillo en la Patria de Dario y Ramírez; no es ni de lejos la patria que arrebataron al sueño de Sandino. Cabe entonces la definición del filósofo alemán, en la circunstancia histórica de esa patria.

En la semana pasada, la Asamblea Nacional de Nicaragua, entidad de las decisiones de Ortega-Murillo, aprobó una serie de reformas a la Constitución que garantizan el reinado del matrimonio que traicionó una noble insurrección en contra del despotismo, creando otro despotismo inculto y feroz “negando las ideas”; se aprueba la figura sui generis de la “co-presidencia”, estableciendo que el ejecutivo estará integrado por “un copresidente” (léase Ortega) y una “copresidenta” (lease Murillo). Esa reforma  señala que si uno de los dos “copresidentes” muere, mantiene la presidencia quien sobreviva. Onírica, surreal figura “constitucional”. BBC Mundo, escribe que “…opositores han comparado este sistema de gobierno a los regímenes del Medioevo con reyes y reinas creando una dinastía con su descendencia…”.

“…¿Qué es más perecedero, el espíritu o el cuerpo?. En los asuntos jurídicos, morales y religiosos, lo que hay más externo, más concreto, es decir, el uso, la actitud, la ceremonia, es lo más duradero: es el cuerpo al que se añade siempre una nueva alma…” (Nietzsche: El Viajero y su Sombra).

Lo hecho por los Ortega es una monarquía. A sus muertes: ¿qué alma añadirán para que reinen sus crueles ceremonias?