Insúlteme

Matías Dávila

Hace una semana publiqué un artículo sobre la vacunación y recibí todo tipo de insultos, desde los más inocentes hasta los más insulsos. ¿Por qué la gente no quiso discutir y prefirió insultarme? Tal vez porque insultar no requiere ni de lectura ni de investigación, es decir: es más fácil. ¡Atención a estos datos!

Basta con leer a vuelo de pájaro las redes sociales y darnos cuenta de que en el Ecuador es bajísima nuestra capacidad de análisis. De hecho en las pruebas PISA demostramos que nos cuesta reconocer la idea principal de las cosas que leemos e interpretar su significado.

Hablé con Oswaldo Almeida, el presidente de la Cámara Ecuatoriana del Libro. Él dice que la investigación con respecto a la cantidad de libros que leemos al año como país está desactualizada, pero un estudio del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, muestra que en Ecuador se lee un promedio de medio libro por año. Si, leyó bien: en promedio leemos medio libro por año.

Me refirió al Índice de Lectura Mundial de Unesco, donde en América Latina aparece Chile a la cabeza con 5.4 libros al año. Según esta investigación en México se leen 2.8 libros por año y en un trabajo de la Universidad de Guadalajara, se concluyó que 8 de cada 10 estudiantes secundarios son analfabetos funcionales. Me encantaría ver un estudio así hecho en Ecuador para entender este “simpático y colorido” fenómeno del insulto básico y mal estructurado con el que insistimos en reemplazar la posibilidad de tener una discusión argumental.

¿Es tan malo leer medio libro al año? ¿Cómo afecta eso al día a día de una sociedad? Pues sería interesante analizarlo comparativamente con Finlandia donde se lee un promedio de 47 libros por año o Islandia que lee 40.

Si la mejor opción que se le ocurre para responder un artículo es insultar: usted es el problema del país, no la posición de la persona a la que usted insulta.

Termino con una línea de una linda canción de Calle 13: “… cuando se lee poco se dispara mucho…” Ahora si: insúlteme por favor.