Trascender

Agustín Sánchez

Lo recordaré como un hombre sencillo, correcto y afable, promotor y partícipe de verdaderas causas cívicas, sobre las cuales, las nuevas generaciones poco conocen.

Porque si hay algo que destacar de las personas que tienen claro el fin del servicio público, es que no pretenden ascender sino trascender, esto es, dejar huella y un verdadero legado a los más jóvenes.

En la actualidad existe una desidia por todo lo que involucra el ámbito público, porque automáticamente al postularse o aceptar un cargo público, te conviertes en cuasi culpable de cualquier delito contra la administración pública, con un escaso derecho a la defensa ante ataques tendenciosos en redes sociales que no respetan ni lo más sagrado del núcleo familiar.

Por otra parte, esa nociva necesidad socialmente creada por la inmediatez de amasar fortunas a costa de una cuota de poder, estrangula cualquier posibilidad de equidad en la calidad de vida de una colectividad, consolidando el contenido de aquel adagio popular “El primer acto de corrupción es aceptar un cargo público para el que no se está preparado”.

Sin embargo, de aquello, es una obligación ciudadana destacar y emular a quiénes han demostrado una trayectoria sana e impecable en el ámbito público, no como un reconocimiento por hacer lo que todo ciudadano de bien debe hacer, sino por optar por aquella alternativa de servir antes que servirse.

Créalo, el servicio público honesto tiene grandes sacrificios en lo personal y económico, son pocos quiénes al final su trayectoria política o de servicio público resultan con saldo a favor en lo económico, pero sin duda habrán capitalizado una de las mayores recompensas que otorga el servicio, contribuir en el cambio de vida de una colectividad, principalmente de quiénes más lo necesitan.

Su recorrido público, alcanzando altas dignidades a nivel nacional y de la provincia, jamás alteraron su esencia, por el contrario el pasar del tiempo fortaleció aquel compromiso con la ciudad, la academia y las letras.

Mi gratitud a quien nos deja un gran desafío colectivo al demostrar que es posible que gente decente camine de forma intachable por el sendero público, plasmando un importante ejemplo de persona y profesional. Su deuda con la comunidad está saldada, descanse en paz Dr. Ángel Polibio Chaves, mi amigo Polito.