Iván Elizalde González
Desde ya hace un año la sociedad a nivel mundial está viviendo una de las épocas más duras a nivel económico, social, político y obviamente en salubridad. Las autoridades en el Ecuador y en algunas partes del mundo han restringido la movilidad, para ello se ha decretado que exista el teletrabajo, el cual se lo puede realizar desde casa, la principal ventaja es que no exista gente circulando en las calles y que las diferentes instituciones tengan menos personal esto con la finalidad de no propagar el virus.
Pero a medida que han pasado los meses, se ha podido evidenciar tanto en empresas públicas como privadas que el teletrabajo se ha vuelto un medio para solapar la vagancia, para que personas que de alguna u otra manera tienen familiares vulnerables se acojan a esta modalidad con la finalidad de no trabajar como deberían hacerlo.
Para realizar teletrabajo se requiere tener requisitos mínimos como: un equipo de computación con internet, todo el sentido y la gana de trabajar, tomar las actitudes como si estuviese en oficina y frente a un computador, la disciplina en modalidad teletrabajo debe ser mayor que estando en la oficina ya que no se tiene los insumos necesarios, estar más concentrado y con mayor predisposición, cumplir un horario de trabajo igual o mayor que el que se realiza en oficina, entiéndase que en la oficina tenemos todos los recursos necesarios en casa seremos más ineficientes.
Se debe realizar un mayor seguimiento de las personas que realizan teletrabajo, existe un buen porcentaje que no lo hacen de una forma correcta y disciplinada, lo utilizan para darse vacaciones y no devengar su sueldo de una forma ética y moral como el resto de trabajadores lo están haciendo, o lo que fuera peor aún, que estando en teletrabajo, lleguen a adquirir COVID 19.