Secuelas de la Covid-19

LUIS COELLO KUON YENG
LUIS COELLO KUON YENG

Tras sufrir la covid-19, un gran número de pacientes tienen una recuperación completa, mientras que las secuelas sobre los pulmones aumentan con la edad, especialmente en mayores de 60 años, y en personas con más de 80 años se tornan más severas y difíciles de tratar.

Durante la fase inicial de la covid-19, estoy refiriéndome a las dos primeras semanas, los pulmones de quienes desarrollan una neumonía, se verán afectados por el depósito de células de inflamación, de membranas o láminas ricas en una sustancia llamada hialina (responsable de la incapacidad pulmonar de captar oxígeno y llevarlo a la sangre) y por último sufrirán el deterioro de células protectoras locales. Si la persona logra sobrevivir a este daño pulmonar, el cual será leve – moderado – severo o crítico, dependiendo de las condiciones intrínsecas o propias de cada individuo, empezará una etapa progresiva (semanas 2-6) con deposición de fibrina y fibroblastos (células cicatriciales), esto genera una etapa de fibrosis o endurecimiento pulmonar que puede progresar.

En la última fase (semanas 6-12) la fibrosis pulmonar se consolida con el depósito de colágeno que endurecerá más sus pulmones. La fibrosis se correlaciona con la gravedad y la duración de la enfermedad. En particular, los pacientes con covid-19 de mayor edad tenían más riesgo de fibrosis pulmonar.

Esta fibrosis pulmonar inducida podría mantenerse estable por años, o por el contrario, progresar y asociar empeoramiento en la calidad de vida y un mayor riesgo de incapacidad y mortalidad a medio y largo plazo. Curiosamente, la edad y la existencia de enfermedades pulmonares previas, sobre todo si hay antecedentes de uso de cigarrillo, se consideran factores de mal pronóstico para recuperarse en la fase inicial de la enfermedad y tener una etapa crónica con requerimiento de oxígeno en casa y aumentar sus chances de muerte.

Cabe destacar que la senescencia es una característica del envejecimiento biológico y que la replicación viral es mayor en las células senescentes, así como la inadecuada reparación de las secuelas asociadas. La persistencia de síntomas respiratorios (más de 12 semanas), sobre todo la sensación de falta de aire, se la conoce como long-covid o “covid prolongada” y la responsabilidad es de la fibrosis pulmonar ya antes explicada.

Los tratamientos para este endurecimiento de los pulmones es una incógnita. Dirigir recursos sanitarios a la monitorización de estos pacientes y asegurar una asistencial médica es fundamental para optimizar el resultado en salud sobre las consecuencias respiratorias de la covid-19.