Se respira una cierta tranquilidad en el mundo respecto a la pandemia. En muchos países se han suavizado, y mucho, las restricciones. La vacunación llevada a cabo ha permitido que se vuelva, hasta cierto punto, a dilucidar la antigua normalidad de la que gozábamos. Sin embargo, las nuevas cepas del SARS-Cov-2 han hecho que no se fragüe el desconfinamiento en algunos países. Tal es el caso del aplazamiento del “día de la libertad” programado para el 21 de junio en el Reino Unido, en dónde se iban a eliminar todas las restricciones del coronavirus.
La variante que más preocupa del virus que causa la Covid-19 es la delta, la variante que se originó en la India. Y es que, en el país asiático, esta variante causó más de un millón de muertes en el presente año. Las imágenes de las cremaciones en plena calle dieron la vuelta al mundo.
En un estudio realizado por la agencia gubernamental Public Health England, se sugiere que la variante delta puede propagarse hasta casi 2,5 veces con mayor rapidez que su versión original y, a su vez, siendo más contagiosa que las cepas de Brasil, Sudáfrica y Reino Unido. Además, en el mismo estudio se revela que el riesgo de hospitalización con esta variante aumenta entre un 32% y 289%.
En cuanto a la protección que otorgan las vacunas frente a esta variante no se ha visto afectada en gran medida, por lo que se recalca la necesidad de alcanzar un mayor porcentaje de población vacunada para evitar el surgimiento de nuevas variantes. Y, pese a que aún no representa un peligro en América Latina, sí se pueden observar los efectos en países como EEUU o el Reino Unido, en dónde ya representa el 10% y 90 % de los casos, respectivamente.