El real sentido del voluntariado

Yveth Romero P.

El diccionario de la Real Academia Española define Voluntariado: “…que nace de la voluntad, y no por fuerza o necesidad extrañas a aquella”.

Y sobre el término Voluntad, la misma RAE la define como “Facultad de decidir y ordenar la propia conducta”.

Podríamos decir que Voluntariado es la posibilidad que tenemos de ejercer la libre voluntad, poniendo en orden nuestra conducta, con el objetivo de asistir a quienes nos necesitan, sin esperar nada a cambio. Por lo tanto, no se trata de una acción que está de moda, no se trata de poner en calma nuestra conciencia, no se trata de lograr un mérito, una medalla, un reportaje en una revista.

Ordenar la propia conducta, implica educación, poner en calma los impulsos y el temperamento, armonizar la personalidad para que sea herramienta no impedimento; implica un conocimiento sobre uno mismo y de un control sobre nuestros deseos, nuestras emociones y nuestros actos. Estamos hablando del conocimiento profundo sobre lo humano, sin este conocimiento, sería imposible ver al otro como nuestro hermano, no tendrían sentido sus acciones, su energía, su tiempo y su esfuerzo.

Nadie puede dar lo que no tiene, nadie debería atreverse a dar lo que no tiene, por eso el Voluntario debe prepararse, debe educarse, debe limpiarse de egoísmo, debe adquirir conocimiento real sobre su acción voluntaria.

El Voluntario es fuerte, valiente y generoso, es sensible al dolor, pero va guiado por su inteligencia; está ahí, siempre listo, siempre atento, siempre dispuesto, actúa sin esperar nada a cambio; no importa si es barrer, cocinar o conseguir una donación, también el educar, el transmitir, el enseñar…; cualquier acto, hecho de la mejor manera y por el beneficio de los otros, es un acto válido y pone en ejercicio la verdadera Voluntad.

Nueva Acrópolis