Por: Emily Torres Larriva
El pasado 18 de julio llegaron al país tres millones de vacunas de SINOVAC, acelerando aún más el proceso de vacunación, este sería uno más de los grandes cargamentos que llegan a Ecuador en la administración de Guillermo Lasso.
A esto se suma las 278.000 vacunas de AstraZeneca que llegaron el 17 de julio, acercándonos cada vez más al objetivo del Ejecutivo, llegar a nueve millones de ecuatorianos inmunizados en cien días. Y aunque todavía el camino es largo, podemos ver con optimismo que el plan está avanzando de manera adecuada.
El plan de vacunación en las últimas semanas ha sumado a ecuatorianos jóvenes y laboralmente activos, quienes se encuentran en el sector empresarial, universitario y rural del país, hecho que hace pocos meses se veía con preocupación e incertidumbre.
El nuevo reto es lograr que todas estas vacunas sean aceptadas y utilizadas, más de una ocasión se ha podido detectar ausentismo producto de información falsa y engañosa que circula en redes sociales.
Hace poco tiempo la angustia y zozobra por el mal manejo del sistema de salud pública, la corrupción y la ineficiencia era el pan nuestro de cada día, muchos fallecieron sin poder acceder a la vacuna, hoy la realidad pinta diferente, dependiendo únicamente de nosotros, las vacunas cada vez más abren sus alas para la mayoría de ciudadanos que buscan protegerse de esta terrible enfermedad que se ha llevado a jóvenes, médicos y adultos que partieron esperando vacunarse.
Mundialmente se ha probado que los beneficios de la vacuna superan en toda escala los mínimos riesgos que se han detectado, rompamos la cadena de desinformación acudiendo a fuentes oficiales y opiniones profesionales; el país necesita reactivarse y aquello lograremos cuando podamos vencer la pandemia que nos tiene paralizados, congelados y quebrados, hay que recordar que no hay peor enemigo del progreso que la desinformación.
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