El lunes anterior citaba a la teoría de la CIUDAD PERFECTA de Aristóteles, en la cual se consideran prioridades de desarrollo como el saneamiento, en efecto se deduce la importancia de asignación de recursos, esfuerzos, eficiencia para trabajar sobre la obra enterrada que a su vez soluciona problema de agenda básica de gestión del recurso agua, y el tratamiento de aguas residuales urbanas. En esa profunda reflexión de tan reconocido filósofo en su obra insigne “Política”, también menciona la delimitación y autosuficiencia de las ciudades como características que deben tener y que hoy bien se puede traducir al término sostenibilidad; Así a forma de revelación lógica se determina que una “buena ciudad” no es resultado de suerte, por lo contrario, es la respuesta a las resoluciones políticas y económicas tomadas por quienes fungen el poder.
Para análisis, llego a la revisión de una de las obras emblemas de Platón “Leyes”, en sus reflexiones advierte consecuencias negativas a la expansión demográfica y espacial de las ciudades y se entiende el porqué de las murallas de las urbes de Europa y Asia, sin caer en el extremo de cercarnos al mundo, se explica la necesidad de tener los límites de ciudad para garantizar los servicios básicos y extras de lo contrario se proyecta la insostenibilidad. Ahora estos conceptos creo se trasladan al “Uso de Suelo”, el cambio del mismo en la periferia de la ciudad debe proyectar un límite analizado consensuadamente, mientras las lotizaciones se van asentando sobre remanentes de bosques y no garantizamos servicios básicos, estamos destinados desde la lógica evidente y las reflexiones de los grandes filósofos de la historia al desorden e insostenibilidad de ciudad. 54 años de cantonización, ¿qué lecciones nos deja a futuro?