Nuestra provincia es grande y fuerte, si tomamos en consideración todo aquello que tiene para dar, pero es evidente que no se ha valorado su potencial y aún menos desarrollado.
Es lamentable constatar como los responsables de la Gestión en Cultura de nuestra provincia, hasta el momento no se han preocupado al menos por acercarse y conocer a los gestores culturales que son quienes animan y dan vida en la música, letras, danza, pintura, escultura y más, salvo aquellos pocos afortunados de turno, que por contactos familiares o de amistad logran ponerse en contacto con la “autoridad” de turno, el grueso de los artistas les resulta desconocidos.
¿Es que son los gestores culturales que, de manera autónoma e independiente, se mantienen firmes año a año apartado con su trabajo a la comunidad, quienes deben ir y presentarse con los nuevos “Directores de Cultura” cada vez que estos cambian? ¿No sería más lógico que aquellos que han sido designados por una autoridad para una responsabilidad tal, o elegidos como en el caso de la Casa de la Cultura, sean quienes se acerquen a los gestores y sus propuestas?
La Gestión Cultural que necesitamos, no es la del burócrata que cómodo en su nuevo puesto se dedica a hacer compras en línea, ávido de gastar el nuevo sueldo que aún no cobra. Eso no es gestión cultural, eso es subdesarrollo, incapacidad, y pérdida de oportunidades para todos.
Necesitamos en la administración de lo público, un claro conocimiento de las leyes y normativas y también la capacidad creativa, la imaginación y sobre todo la diligencia para aunar a todos los sectores culturales, a todos los creadores, colectivos, instituciones y organizaciones, y generar un gran concierto de esfuerzos que le den a nuestra provincia el protagonismo que merece puede tener.
Nueva Acrópolis – Santo Domingo