Crisis Climática

En mi anterior columna mencioné los nefastos efectos que se acontecen con el cambio climático, y de la importancia de no evadir las advertencias de la comunidad científica. Día tras día son más las personas que toman conciencia y realizan acciones para contribuir a combatir el cambio climático, ya sea reciclando, no utilizando sorbetes de plásticos, procurando utilizar el transporte público, entre otras. Todas estas pequeñas acciones son dignas de admirar; sin embargo, no van a cambiar absolutamente nada.

Y es que, según un reporte realizado por OXFAM, que midió las emisiones de carbono en el mundo, solo el 1% de la población más rica del planeta consumió el 9% del presupuesto de carbono, el doble que el 50% más pobre del mundo. El presupuesto global de carbono es el límite máximo de emisiones que se deben realizar para mantener el aumento de la temperatura global a un nivel deseable de 1,5 °C hasta finales de siglo. La desigualdad no acaba ahí. Si el 90% de la población decidiera reducir sus emisiones de carbono a 0 en esta década, no importaría, ya que solo el 10% de la población más rica rebasaría estos límites pocos años después del 2030.

La magnitud de esta desigualdad es tal que Elon Musk, segunda persona más rica del mundo y fundador de Tesla y Space X, produce un aproximado de 330 toneladas de dióxido de carbono en cada lanzamiento de sus cohetes aeroespaciales, lo que sucede por un lapso de 10 minutos. Para ponerlo en perspectiva, cada ecuatoriano en promedio produjo 2,4 toneladas durante todo el año 2019. Estamos hablando de casi 140 veces más. Pero eso no es todo, la empresa Space X realiza de 10 a 20 lanzamientos cada año. Por último, mencionar que las peores consecuencias del cambio climático las asumirán las personas más pobres, siendo las que menos contaminan.

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