Conservación del suelo

Diana Luzuriaga Vera

Que la vida humana, dependa para su existencia de menos de un metro de una mezcla de restos orgánicos e inorgánicos resulta sorprendente para muchos, sin embargo, es así. El suelo de nuestro planeta, junto con la atmósfera y los océanos, constituyen lo que se conoce como biósfera, una delgada capa que envuelve a la tierra y en la que se encuentran todas las formas de vida.

Desde 1963, cada 7 de julio se celebra el Día de la Conservación del Suelo, en memoria del Dr. Hugh Hammond, científico que dedicó su carrera a la investigación sobre el efecto de la calidad de la tierra. A fin de generar reflexión sobre las acciones humanas y la necesidad de tener una conexión satisfactoria entre la sociedad y la naturaleza. Pues el uso que se le da a la tierra, es unos de los temas ambientales que hoy reviste mayor gravedad. Muchas tierras aptas para cultivo se pierden, ya que son destinadas a usos no agrícolas. Las causas principales son la expansión urbana, la construcción de carreteras, la minería y la industria. La degradación de tierras disminuye el bienestar de 3200 millones de personas en todo el mundo.

Lo que ha generado que más de un centenar de países se comprometan en la restauración del suelo. Para lo cual formularon estrategias como los Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial, que son instrumentos técnicos, normativos, cuyo rol fundamental es la distribución geográfica de la población y sus actividades. Orienta las intervenciones público-privadas a crear un desarrollo sustentable. Por lo que, alcanzar una relación hombre-medio ambiente armónica y responsable, depende en gran medida de la voluntad política plasmada en el PDOT.

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