Un chat que “se le chispoteo” a la nueva ministra de educación, digo nueva ministra, aunque es una antigua funcionaria con antecedentes de haber desempeñado otros cargos en ese mismo ministerio, en épocas del anterior gobierno de catorce años de duración y ahora, en un “reencuentro” con sus coidearios, nos ratifica su verdadera ideología e intención y con quienes conversa y “planifica” el futuro de nuestros hijos y ese germen del totalitarismo, no es lo que queremos para ellos y tampoco es por lo que votamos.
Una funcionaria que pide asesoramiento sobre aspectos ligados a la educación inicial de nuestros niños y lo hace a un funcionario de la Embajada de Bielorrusia donde se vive una dictadura sangrienta y terrorífica, con lavado de cerebro de niños incluida, no es lo que merecen nuestros niños y jóvenes, esto es un despropósito, tan así, que apenas publicado ese chat y con las inmediatas reacciones de la opinión pública, ese chat se borró y aparentemente aquí no ha pasado nada. No es así señor presidente, esta funcionaria tiene antecedentes inocultables y está tomando acciones de acuerdo a su ideología que es afín al gobierno anterior al que sirvió obedientemente. Ella, supuestamente se dio cuenta de su error y borró el chat, usted haga lo mismo, dese cuenta de su error y bórrela de su equipo de trabajo y no permita esta injerencia extranjera dañina no acorde a nuestra realidad.
Revisemos también quienes, durante catorce años, se hicieron acreedores a las tan publicitadas becas de la Senescyt, aparentemente detrás de jóvenes que ganaron este derecho en forma justa, existirían otros que lo hicieron entrando por la ventana del palanqueo y el pago favores políticos de aquellos que se beneficiaron durante catorce años y aparentemente lo siguen haciendo ahora. Pregunto, y cuando le toca al de a pie ..?, aquel que sufraga, pero no está dentro de empresas electorales creadas para ganar elecciones seccionales o nacionales. Evitemos que las injusticias sean la norma y no la excepción.