Puede resultar una opinión controversial, pero la comparten miles de ecuatorianos que vemos la necesidad urgente de que los niños retornen a clases presenciales, la pobre calidad de la educación virtual que están recibiendo les está creando una enorme deficiencia que se hará evidente en los próximos años, si a un nivel socioeconómico medio y medio – alto la afectación es indiscutible mucho más en el sector rural en donde asistir a clases era para los niños un oportunidad de superación inigualable en cuanto al aprendizaje, la socialización y especialmente la alimentación, ahora en sus casas muchos menores se encuentran recluidos, y claro, en muchos casos maltratados física y emocionalmente y quien sabe que otro tipo de maltratos, esta vulnerabilidad de la población de escasos recursos no se la dimensiona como en realidad es, y por supuesto muchos opinan desde la comodidad de sus hogares en donde tienen todos los servicios, pero, la conectividad al internet a nivel rural es un desastre, pensemos en las parroquias más alejadas o en los más recónditos recintos del país, ¡simplemente no funciona, no existe!, es momento de ver las cosas desde otra óptica, es una infamia seguir reteniendo a los niños en casa, causa más daño que el propio virus, no es concebible, no es sano, no es prudente, es hora ya de cambiar esta situación y de exigir de manera enérgica que los niños retornen a la presencialidad, según información de UNICEF, la capacidad de los niños de leer, escribir y realizar operaciones matemáticas básicas se ha deteriorado notablemente en los últimos dos años, las escuelas son espacios de socialización, desarrollo psicoemocional y prevención de la violencia para niños, niñas y adolescentes, según este mismo portal, “el regreso a clases permitirá la recuperación del aprendizaje, a mitigar problemas vinculados a la malnutrición, la violencia y el embarazo adolescente”, en efecto, debemos aprender a vivir con el virus, ¡no podemos encerrarnos ni un día más!.
¡Retorno urgente!
