Responsabilidad estatal

Christian Pérez

El Estado tiene tres obligaciones internacionales frente a los derechos humanos: respeto, que implica que el Estado, a través de sus agentes estatales o quienes actúan con su tolerancia, deben abstenerse de cometer actos u omisiones que puedan vulnerarlos; protección, que obliga al Estado a tomar acciones con la finalidad de tutelar estos derechos; y, finalmente, garantía, que es el deber estatal de generar las instituciones, asegurar el presupuesto e implementar los mecanismos de reparación que permitan la plena vigencia de estos derechos. Cuando el Estado incumple una de estas obligaciones se configura su responsabilidad internacional frente a la violación de los derechos humanos.

Dicho esto, el Estado es responsable de respetar, proteger y garantizar a las mujeres, entre otros derechos, a acceder a una vida libre de violencia, la vida y la integridad. En este sentido, lo ocurrido con María Belén Bernal Otavalo, reúne todas las condiciones para que se configure la responsabilidad del Estado por una violación del derecho a la vida -feminicidio- ya que fue cometido por una agente estatal, miembro de la Policía Nacional, en un lugar donde funciona una institución bajo control estatal; y además, se evidencian negligencias en la investigación de este crimen.

Nuestro país vive una ola de violencia no únicamente de manos de grupos delictivos sino también desde ciertos servidores públicos que paradójicamente tienen como función cumplir y hacer cumplir la ley. Y esto no se soluciona poniendo apresuradamente a mujeres en cargos directivos, cambiando a la cúpula para cuidar las relaciones públicas e intentar limpiar la tan desgastada imagen que tiene la Policía Nacional o peor aún, pidiendo disculpas públicas.

Existe una grave crisis de derechos humanos en general, ya que su respeto, protección y garantía no se encuentra en la agenda del gobierno. Hace falta entender, de una vez, que el más alto deber del Estado es respetar hacer respetar los derechos humanos y fundamentales; y solo así se podrá garantizar que casos como el de María Belén, no vuelvan a ocurrir.