Reivindicados

Henry Basurto Jimbo

Han pasado casi quince días desde que el 2022 empezó. Los que somos utópicos sabemos lo que queremos y a dónde vamos, quizás el camino parece escabroso, sin embargo, nuestra gloria es llegar a la meta, no importa el tiempo que tome o las circunstancias, lo que importa es llegar. Otros que solamente están a la espera de que el universo conspire a su favor, sin duda alguna recibirán lo que esperan, tal vez nada, o un algo que entregue alegrías momentáneas.

El perderse en el camino es cosa del destino, o quizás es la forma anónima en la que el Soberano actúa para que tomemos en cuenta el valor de la vida, el precio del tiempo perdido y la importancia de meditar antes de tomar decisiones que parecen rectas, pero que resultan ser un completo fiasco. El punto es que al menos se intentó. No nos quedamos sentados viendo como el día y la noche se terminan, si no, que la acción inquietante en nuestros corazones nos animó a dar el paso.

El equivocarse y sobreponerse es para valientes, pues el pensar que solamente los que han alcanzado el éxito llegaron sin tropezar es un hecho que más que equivocado, en la práctica es un imposible. No con esto debemos romantizar la mediocridad diciendo que sufrimos las batallas más duras porque somos los más fuertes, pues de esta forma justificamos el yerro y elevamos nuestro ego, creyéndonos con el derecho de decir tal patraña.

Lo mejor de volver a empezar, es que la experiencia juega un papel importante, podemos retomar lo que estuvo en pausa, lo que pensamos que debía hacerse en otro tiempo por enfocarnos en algo que no resultó. Ante ello sintámonos felices, pues nuestras ganas de arrebatarle al mundo todo aquello por lo que estamos luchando es motivo suficiente para saber que somos reivindicados, porque está próximo lo que nos pertenece.

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