Régimen de partidos (2)

Ángel Polibio Chaves

En la entrega anterior señalamos que un partido político debe cumplir tres condiciones básicas: ser ideológico, programático y democrático.

Aunque para muchos llegó el fin de las ideologías, resulta indispensable insistir en que ello no es posible, puesto que la ideología no es otra cosa que la forma como cada persona concibe a la organización social, como interpreta las cosas, como las comprende, las analiza y plantea  soluciones a los problemas que  identifica.

Así, una persona con ideología liberal entenderá todo bajo la óptica de la libertad y la prescindencia total del Estado o admitirá una mínima participación de este; una persona con ideología socialista no logrará concebir una sociedad sin la presencia vigorosa del Estado; en algunos casos, se tenderá a que esa presencia sea absoluta, incluso respecto de los medios de producción; en otros casos, se reservará para el Estado algunos sectores considerados estratégicos; un social demócrata en cambio considerará que es posible conjugar las dos variables y propugnará  cuanta libertad sea posible y tanto Estado como sea necesario.

Pero lo importante es que con base a esta forma de interpretar la realidad social, se conciben las soluciones a los problemas, de lo que se deriva en la segunda condición: los planes y programas de acción. Los programas de acción estarán orientados necesariamente por la ideología, puesto que las soluciones a los problemas serán planteadas de acuerdo a esa definición, así desde la óptica de la llamada izquierda, no cabrían soluciones con prescindencia del Estado, como no cabría un programa liberal en el que el Estado tenga una fuerte y decidida intervención.

En nuestra tercera y última entrega abordaremos lo que tiene que ver con la última condición: la vivencia democrática y cuanto se relaciona con lo que vive el Ecuador este momento.