Eddy Arrobo Rodríguez
Es indispensable potenciar la axiología y la ética para que exista una mejor sociedad. Antiguamente se interesaron filósofos como Sócrates por el análisis de conceptos como el bien, el mal, lo correcto, lo incorrecto, los prejuicios, la moral, la virtud, el deber, la felicidad, el bienestar común, entre otros; esto con el fin de mejorar y guiar el comportamiento de las personas. En nuestra sociedad para que se desarrollen e impregnen los valores éticos y morales, contamos en primera instancia con la familia, la escuela y cuando interactuamos en el convivir cotidiano con personas éticas.
En nuestro país debe ser una obligación para las nuevas autoridades educativas y para los medios de comunicación, priorizar el fortalecimiento de referentes axiológicos; y estos tienen que convertirse en el instrumento idóneo para educar, orientar e influenciar a la población y sobre todo a las nuevas generaciones, para que adquieran una nueva forma de pensar, desarrollando la conciencia crítica, con una actitud más humana, colectiva y con sentido de pertenencia, donde reine el respeto, orgullo y admiración por el esfuerzo, la perseverancia, el estudio, el trabajo, la virtud, el talento; se debe aprovechar que la mayoría de personas poseen valores y buena voluntad que les permiten fortalecerse moralmente para no ser manipulables, enajenadas por falsos valores con comportamientos mezquinos e individualistas, que prefieren juzgar antes que pensar.
Dentro de la autonomía y cotidianidad de cada persona, está la responsabilidad de pregonar con el ejemplo, hay que dejar de lado y descodificar conductas que desnaturalizan al ser humano, que transgreden los valores éticos y morales de la sociedad y de los derechos de las personas.