Presidente Lasso, actúe

Carlos Arellano

Presidente, ¿no lo perturban los recientes acontecimientos de violencia que nos estremecen a la mayoría de los ecuatorianos? ¿No se conmueve por los cadáveres colgados en puentes o por los decapitados o por las familias abaleadas en cualquier rincón del país? ¿Tal vez siente algo de vergüenza por lo poco que ha hecho para intentar frenar la ola de criminalidad que azota sin piedad al país entero?

Tristemente usted está sumergido en la indiferencia de su privilegiada vida, lo que le impide entender que el Ecuador es el paraíso convertido en infierno: las calles se tiñen de sangre ante el abandono de sus ministros y consejeros.

¿Qué ocurrió con el mandatario que prometió un cambio radical para el Ecuador? Mientras asesinan a sangre fría a cualquier ciudadano, incluso junto a un cajero automático, usted opta por huir del país, en onerosos viajes que ofenden a los cientos de familias víctimas de la delincuencia.

No pretendo atribuirle el origen de la crisis que hoy padecemos. Pero usted y sus funcionarios son responsables de buscar soluciones que frenen la arremetida delincuencial que vivimos. Sin embargo, difícilmente podríamos exigirle que cumpla con sus ofrecimientos si durante su primer año de funciones nos ha engañado.

Además de la vacunación, ¿qué ha cumplido? ¿Qué ocurrió con su oferta de transformar el sistema de salud? Le recuerdo que, mientras la ciudadanía clamaba y clama por la falta de medicinas en los hospitales de la red pública de salud, usted guardó silencio ante la cuestionada excarcelación de un ex vicepresidente, hecho que evidencia un posible pacto a favor de la impunidad para aprobar su reforma tributaria a través del Ministerio de la Ley.

¿Cómo está combatiendo la corrupción e impunidad de los últimos 15 años? ¿Tal vez se le ocurrió enfrentar a las mafias que operan en el interior de los ministerios u otras entidades adscritas a la función ejecutiva? ¿Qué pasó con el radar instalado en el cerro Montecristi? ¿Qué nueva promesa desesperanzadora lanzará para intentar calmar la zozobra que nos carcome todos los días?

Su ausencia e inacción indignan en este momento de pavor que invade al país. Presidente, actúe con responsabilidad que el narcotráfico, la corrupción y la inseguridad no dan tregua.