Posesión presidencial: ¿fin o comienzo?

Giuseppe Cabrera

Lasso se posesiona hoy, como Presidente pero, su paso o influencia por algunos gobiernos es de infame conocimiento público, es cierto que influir o ser funcionario de gobierno, no es lo mismo que gobernar, pero Lasso se encuentra ante uno de los mayores retos y paradójicamente triunfos de su vida política, CREO se juega su existencia en este gobierno, su fin y génesis, siempre ha sido por sobre todo, vencer al correísmo, hoy que lo lograron, hay un camino por labrar sin norte de su éxito o fracaso depende la supervivencia de su organización y de su proyecto político y, claro su éxito es el de todos los ecuatorianos.

Lasso asume un gobierno complicado, con poca capacidad de maniobra, un alto nivel de endeudamiento que bordea el 70% del PIB, una crisis sanitaria, una pandemia, una economía que se redujo en 7,8% el año pasado, vacunas que llegan a cuenta gotas, desafección política, instituciones débiles y desprestigiadas, en general un país postrado en la crisis y desarticulado para atender los problemas de la gente.

Es casi imposible avizorar un fin del trayecto en buen puerto para el 2025, pero la política es el escenario de lo posible, así los milagros se pueden dar.

Lasso tiene grandes retos para estos primeros 100 días de gobierno, principalmente conseguir las vacunas de la forma que fuera necesaria, para vacunar velozmente a la mayor parte de la población ecuatoriana, reactivar la economía adormecida por los varios confinamientos con mucho dogma y poca planificación y encontrar los acuerdos necesarios para forjar las bases de gobernabilidad de por lo menos sus dos primeros años de gobierno.

Nadie que sea demócrata puede siquiera pensar en las salidas que minan la estabilidad el país, como la muerte cruzada, los juicios políticos o los golpes de Estado. No es bueno que hayamos tenido casi 10 presidenciales en apenas siete años, a finales de los 90. Esto no significa dejar pasar atropes, sino usar los mecanismos institucionales para frenar abusos. Las fuerzas populares están  representadas en el legislativo, está la Corte Constitucional como dentro de la nueva división de poderes y, la protesta y resistencia en las calles.