Out of business

editorial
Agustín Sánchez

Resulta bastante complejo para cualquier gobierno sacar a flote a un país sobre endeudado, con secuelas de una pandemia que no termina, socialmente desatendido y supeditado al vaivén político. Tal situación exige medidas y decisiones drásticas, o en su defecto, optar por decisiones placebo que agudicen el dramático diagnóstico de la cosa pública pero que contente a las masas.

En una reciente columna, me referí a la acertada política comercial adoptada para atraer inversión extranjera, claro está que las condiciones actuales exigen mayor seguridad jurídica para lograr tal cometido, pero los primeros pasos se han dado y a mi criterio han sido correctos.

Contradictoriamente, la propuesta de ley tributaria del gobierno con complicidad de una Asamblea inoperante fue aprobada por ministerio de la ley, sin modificarse en los más mínimo, trayendo consigo afectaciones impositivas a la clase media principalmente, pasando así del open for business al out of business.

Es que esta dura reforma en materia tributaria, además, de afectar e incrementar el impuesto a la renta a las personas naturales, grava el patrimonio de personas naturales y jurídicas que superan determinado rango, aquí cabe preguntarse cuál es fundamento para tal decisión frente a empresas nacionales que han tributado años en este país, y a la par generar un atractivo de exenciones tributarias para  empresas extranjeras que inviertan en Ecuador.

Otro aspecto que no puede dejar de preocuparnos es la deducibilidad de impuestos, pues superando cierto límite de ingresos esta baja sustancialmente poniendo en riesgo esa cultura tributaria que ha costado años instaurar, al exigir factura a cambio de bienes o servicios adquiridos, la pregunta es ¿más impuestos más recaudación? o ¿más impuestos más evasión?

Para lograr el ambicioso objetivo de recaudación el órgano competente deberá incrementar los procesos de control, que ya resultan asfixiantes para aquellos pequeños negocios o actividades profesionales.

Independientemente del impacto tributario habrá que medir el impacto político de esta ley, pues desdice las ofertas de campaña, y muchos consideran un espaldarazo a la línea de menos impuestos y mayor libertad comercial que se esperaba.

Ahora vemos cuesta arriba alcanzar la pretendida reforma laboral, que sin duda exacerbará más los ánimos con la clase obrera con el protagonismo de muchos politiqueros, mientras tanto el infructuoso gasto público pasa de “agache” sin verse afectado.