Nuestros jueces

Mesias Mestanza

Como concepto general, los jueces son personalidades de reconocida solvencia moral, a quienes el Estado les ha confiado la potestad de administrar justicia; es decir, el supremo ideal que consiste en adjudicar a cada persona lo que le corresponde, poniendo de manifiesto su intelecto, honradez, honestidad, seriedad, probidad y conocimientos para resolver las causas sometidas a su jurisdicción y competencia.

Como definición doctrinaria, lo expresado, hace aparecer a nuestros jueces como una verdadera lumbrera, con poderes casi divinos, porque hemos de convenir que así como en el cielo la última palabra la tiene el Todopoderoso, así también la tienen los jueces y juezas en la tierra para administrar justicia, esperando por supuesto, que aquel juez o jueza cumpla con estas mínimas cualidades.

Ahora bien amigo lector, ¿usted cree que nuestros jueces en general tienen estas virtudes como para estar seguros de que una resolución sea fruto de una valoración probatoria justa? Todos los días los medios sociales y el pueblo llano nos dan cuenta de resultados injustos, así como también de fallos que se ajustan a la verdad histórica.

Cabe recordar que en cada jurisdicción el pueblo conoce a los jueces justos, que son muchos, sí, pero también a los otros, a tal punto que Fiscalía General los ha investigado, e incluso procesado. Realmente, cuando las causas por sorteo llegan a jueces cuya conducta es dudosa, las partes procesales se ponen nerviosas, pero también alegres cuando ocurre lo contrario.

Los jueces correctos son una garantía para el usuario de la justicia. Como lo mencionó el maestro Iván Saquicela: “La independencia judicial no es un privilegio de los jueces, es una garantía de los derechos ciudadanos contar con jueces independientes e imparciales”. De ahí que, la independencia, la corrección, la integridad, la imparcialidad, la equidad, la competencia, la sabiduría y la diligencia, son los pilares fundamentales en los que se afianza la justicia ecuatoriana. Cuando los juzgadores son incorrectos, la delincuencia prospera.

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