¿Minga por la ética?

Agustín Sánchez

El 24 de mayo pasado, en su discurso de posesión como presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori cerraba su intervención convocando a una minga por la economía, ética, educación, salud, ecología y derechos humanos. Han transcurrido apenas cuatro meses de aquellas palabras de reconciliación y encuentro, y vemos como el discurso supera como siempre, a la realidad.

Adornaba aquel discurso señalando que la Asamblea “no está para avivar pugnas mezquinas con el Gobierno”, sino para priorizar políticas y generar acuerdos en beneficio del país, a la vez que comprometía su contingente para legislar en búsqueda de reactivar la economía, superar la crisis del covid-19 y generar empleo. Cumplidos los 100 primeros días de gobierno, y como tal del legislativo en funciones, la producción legislativa es escasa por no decir nula, empañando sus funciones en abusos de recursos y discusiones que no alimentan la salida que requiere el Ecuador. Esa minga que Llori pretendía liderar, se desvanece tras varios intentos fallidos de contrataciones desmedidas como vehículos de lujo y costosos servicios de catering, los cuales desdibujan aquel discurso sencillo. Para colmo, su actitud se muestra de intocable y amenazante ante cualquiera que apunte con su dedo a esos hechos vergonzosos, ha agotado incluso su carta de ser víctima de persecución por su género.

Sigo sin comprender en qué momento el poder puede transformar en tan corto tiempo a las personas, distanciándolas de sus raíces, principios y lealtades, acomodando su proceder e imagen, a las normas del “jet set”, lo cual obviamente incluye expendios en masajes para el principal personero y su comitiva.

No deberíamos estar desgastándonos en estos asuntos tan minúsculos frente a las verdaderas necesidades del país, hoy es momento que la Asamblea demuestre su afán de construir un mejor Ecuador aprobando una ley que reactive la economía, lo cual veremos en pocos días con el tratamiento de la Ley Creando Oportunidades.