Más seguridad, menos miedo

LUIS COELLO KUON YENG
LUIS COELLO KUON YENG

Como sociedad, a la gran mayoría nos ha causado profunda desazón y una inquietante  inconformidad, conocer el dictamen que la justicia a través de la Fiscalía, impuso al policía Santiago Olmedo por haber abatido a tiros a dos delincuentes. Se extralimitó, fue lo que adujeron los encargados de la justicia y de sentenciar al policía Olmedo.

Impotencia y gran preocupación genera esta sentencia. Como sociedad todos nos sentimos indefensos frente a la delincuencia que anda armada y no tiene ningún escrúpulo al momento de cometer un hecho delictivo, peor en mover un gatillo para realizar a mansalva sus delitos.

Los asesinos o aquellos que roban con algún arma, no tienen resquemor ni compasión por su semejante. Quiero dar dos ejemplos claros. El primero;  Cristhian Muñoz de 32 años de edad estaba sentado, de espaldas y entretenido con un celular en un bar-restaurante del cantón Quevedo, provincia de Los Ríos, laboraba en ese negocio por las noches; cuando un sicario le disparó en la cabeza a quemarropa. Este hecho ocurrió en 2021.

El lunes 17 de enero del año en curso, en los exteriores de centro comercial El Dorado en Daule se registró un sicariato  a plena luz del día, un hombre salía de dicho centro comercial y al estar en la puerta de su vehículo un sicario lo mata disparándole a quemarropa en la cabeza. En ambas circunstancias las víctimas estaban de espalda, nunca vieron a sus victimarios. Antes lo he manifestado y lo sostendré, si un antisocial saca un arma, así sea un arma blanca, con la finalidad de amedrantar y generar temor, miedo, pánico y así proceder a cometer sus fechorías, esa persona debe ser considerada un enorme peligro para la sociedad, para lo cual debe ser sometido con toda la fuerza que los miembros del orden posean.

¿Acaso ellos respetan las vidas de ciudadanos que tratan de huir para evitar sus disparos? Hasta el más contumaz delincuente tiene Derechos Humanos, está claro  aquello, sin embargo, como dije antes, si utiliza un arma, siempre deberá prevalecer el Derecho y protección de la vida de los ciudadanos honestos víctimas de delitos y de los servidores policiales y agentes del orden. Presidente Lasso, en su libro (Otro Ecuador es posible), usted menciona una vida sin miedo y en paz; equipando y respaldando a la Policía en la lucha contra la delincuencia, más una Justicia que respete el derecho de la gente a vivir en paz. Más seguridad y menos miedo.