Marilyn…aquella estrella

Jaime López

Quienes han tenido la dicha enorme de haber agotado mucho de su vida en la última mitad del siglo veinte, deben reclamarle a los que escriben la historia del tiempo y la rotulan,  porque todavía no bautizaron a ese siglo como se merece, porque todo lo que en esa mitad de siglo pasó,  debería ser enmarcado como un prólogo  que los centennials y millennials no deben olvidar acosados por la dictadura tecnológica, la implacable globalización y más etcéteras dolorosos, y llegar a su muerte con la sonrisa de haber vivido el nacimiento del nuevo mundo en el que somos y estamos. El cine era entonces un  formador de seres y caracteres, de estrellas refulgentes que alumbraban sueños, de  creadores  inmensos a los que el futuro les resultaba pequeño, en fin, la cinematografía estaba llena de estrellas, actrices y actores, que ayudaban a que los valores no se podían perder en vulgaridades, como hoy pasa con muchos efectos especiales y tecnología ruidosa que impide acudir a algunas  salas de cine con la paz y tranquilidad que se necesita para gozar del arte cinematográfico. Se anuncia el estreno de una película sobre la vida de Marilyn, a la que no se le debe recordar con su apellido, no es necesario, y empezar por su hermosura descubierta por aquel ventilador subterráneo que levantó su vestido, en una calle de aquellos Estados Unidos, cuya foto llenó el mundo entero de gusto por la belleza de lo sensual. Y que este pequeño espacio le sirva al articulista repasar mucho del abecedario que Marilyn usaba en su lenguaje y muchas de sus definiciones. Allá van pocas: ¡Beso… un buen beso, merece otro!  Boca: si, mi boca siempre está abierta, nunca pienso de forma consciente en mi boca, pero si pienso conscientemente en lo que estoy pensando¡ !Comunismo… irónicamente le dijo al periodista que le entrevistaba…están a favor del pueblo…verdad ¡!!! Cuando le dijeron si le aburre vivir en un mundo hecho por y para el hombre, Marilyn dijo no me aburre para nada, mientras pueda ser una mujer.