Mahuad, el Santo

Giuseppe Cabrera

Parece que sistemáticamente algunos medios y periodistas han sufrido de Alzheimer y hoy, lanzan flores al “estadista” y visionario Jamil Mahuad, por sus acertadas decisiones.

Varios medios se han hecho eco del libro que ha escrito Mahuad, prófugo en EE.UU., sobre cómo se dio el proceso de dolarización y otras cuestiones alrededor de su corta gestión como Presidente, antes de que fuera derrocado mediante un golpe de Estado de base popular y, especialmente indígena.

Algunos periodistas incluso han llegado a tener entrevistas con él y, felicitar sus tres grandes “aciertos”: la dolarización, la paz con el Perú y, la creación del SRI.

Parece que vivimos realidades en las cuales, por funestar en contra del proceso político de 2007-2017, están dispuestos a sacar de sus tumbas a quienes provocaron las simultáneas crisis que dieron origen al naciente populismo de izquierda de 2006 en Correa.

Y, lo paradójico es que, los mismos medios que hoy le tiran flores en el 99 y el 2000, eran frontales y decían la verdad, traficando a Mahuad, como lo que fue, un Presidente rehén de la banca, como titula un artículo de noviembre de 1999 en revista Vistazo.

Hoy, la dolarización se nos presenta como un mecanismo de contención importante ante la demagógica medida de la devaluación de la moneda que han tenido todos los gobiernos tanto de izquierda como derecha, antes de la adopción del dólar.

Esa es y ha sido la solución fácil: devaluar la moneda, para aumentar el consumo y volvernos competitivas nuestras exportaciones, pero a costa de quitar capacidad adquisitiva y generar inestabilidad a la población en su conjunto, esto fue una consecuencia a largo plazo que se agradece.

Asumir la dolarización fue una medida desesperada por parte de Mahuad, ante el colapso total de la economía, el salvaje bancario y la crisis financiera, nunca fue la medida planificada y ordenada de un estadista hacia un mejor sistema económico.

Mahuad vendió la paz al Perú, quebró al país, obligó a migrar a más de 2 millones de ecuatorianos y está prófugo de la justicia por sus acciones y eso, nunca hay que olvidarlo, por más intentos que quieran hacer por blanquear su imagen y re escribir la historia.