Eddy Arrobo Rodríguez
En el umbral de las urnas de este nuevo proceso electoral que se llevará a efecto este domingo 05 de febrero del año en curso, en donde elegiremos a nuestros representantes para las dignidades seccionales, miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) y Consulta Ciudadana, los candidatos deben tener en cuenta la importancia del voto facultativo que darán los jóvenes entre 16 y 17 años 11 meses, los cuales podrán ejercer su derecho al sufragio de forma voluntaria.
Por consiguiente, en estas líneas me voy a referir al grupo etario de estudiantes y adolescentes de segundo y tercer año de bachillerato, que, en la mayoría de las provincias del país por no decir en su totalidad, no han sido visibilizados ya que no son considerados dentro de las promesas y ofertas de campaña o planes de trabajo de las futuras autoridades.
En estos últimos días de campaña electoral, los candidatos a ser representantes de la ciudadanía, todavía están a tiempo de responsabilizarse y de sellar el compromiso firme del presente y del futuro de la juventud y de demostrar que el desarrollo de las capacidades de los adolescentes son su prioridad, ya que son la savia nueva de toda nación y es una obligación generar propuestas operativas con proyectos sostenibles que vayan dirigidos a favorecer sus aspiraciones y solucionar sus vulnerabilidades, entre ellas la problemática de salud mental como la depresión, ansiedad y estrés que aquejan a nuestros adolescentes, además debemos luchar por dar seguridad a su entorno y por otro lado se tiene el enorme reto de canalizar las potencialidades con formación técnica y socioeconómica que les permita nuevas alternativas de trabajo, con autonomía y acceso al bienestar con dignidad y prosperidad.