Brenda Valdivieso Vélez
¿Qué tan en serio creemos que debemos trabajar por una mejor realidad para todas y todos? Quizá, tenemos la idea de que aquel es un destino reservado solamente para algunos personajes que la historia convierte en ilustres o para seres ajenos a nuestro entorno, extraños y especiales. Sin embargo, estoy convencida que es una invitación personal que todos recibimos y está en nosotros el responder o no a dicho llamado. Pues entonces, no tengamos miedo de creer seriamente que estamos invitados a hacer de nuestro espacio un lugar mejor y podemos iniciar mediante la honestidad; el perfeccionamiento de errores propios y ajenos; reconociendo y descartando lo negativo que en ocasiones nos rodea; y, sobre todo con amor. El amor que es servicio y nos interpela a salir de nuestra comodidad para atender las necesidades del otro.
Lo lograremos sin importar el lugar en el que nos encontremos, ni la cultura, idioma, raza, o religión si nuestros corazones son transformados por el respeto a la dignidad humana. Podemos aspirar a cambios y resultados maravillosos mediante: amor, donación y servicio. Porque en la vida estamos llamados a ser satélites que giran en torno a los demás para encontrar el sentido y dirección que muchas veces no sentimos. Vivir por vivir no es suficiente y lo comprendemos cuando dejamos de lado el egoísmo y empezamos a ser empáticos.
Trabajemos entonces por aquellos ideales que consideramos necesarios, encontrando verdadera abnegación por lo que amamos en la cotidianidad de cada momento y enamorándonos de cada pequeño detalle pues, las pequeñas cosas pueden llevarnos a fracasos o en su defecto a triunfos absolutos. Hay que sentir y encontrar lo que queremos, proyectarlo y trabajar para alcanzarlo ya que nunca tendrá viento favorable quien no sabe a qué lugar desea llegar.
Elevemos la cantidad de amor que ponemos en nuestra vida, actos, palabras y obras para ser satélites iluminados y no planetas egoístas y grises. Hoy, que el mundo necesita de buenos ejemplos porque los malos sobran, seamos luz y propaguemos las acciones positivas.