Derecho a la verdad

Nadie se cansa
Brenda Valdivieso Vélez

Brenda Valdivieso Vélez

Un 24 de marzo de 1980, mientras celebraba una misa, el defensor salvadoreño de derechos humanos: Monseñor Óscar Arnulfo Romero fue asesinado a tiros por un francotirador de fuerzas progubernamentales. Hoy, cuarenta y dos años después conmemoramos el “Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas”.

A propósito de este día, pienso que hablar del derecho a la verdad no es hacerlo meramente desde una óptica filosófica, académica o investigativa, sino que además es una posición jurídica que tiene fundamento desarrollado por estándares internacionales. Es un derecho justiciable de víctimas que han padecido violaciones a derechos humanos; la verdad, se configura como una alternativa en contra de la impunidad.

Hoy necesitamos de la verdad, justicia, y reparación para agresiones, torturas, desapariciones forzadas, y ejecuciones extrajudiciales cometidas por los estados contra población civil, ciudadanos de a pie, población no armada.

Estos sucesos han acaecido en el Ecuador con terrible atrocidad, con actos inimaginables e impronunciables. Basta leer o escuchar los testimonios de las víctimas y sus familiares, mencionando algunos casos como: Jorge Vásquez Durand; los hermanos Santiago y Pedro Restrepo; Susana Cajas; Manuel Bolaños; Elías López, entre otros. Hoy promovemos la memoria de las víctimas de violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos.

Nos queda entonces la tarea de no permitir la fragilidad de la memoria en cuanto a reiteradas violaciones de derechos humanos en el Ecuador y el mundo. Busquemos y mantengamos la verdad como piedra angular del estado de derecho pues solamente la verdad podrá disipar odios étnicos y religiosos y comenzar un fuerte proceso de recuperación social.

Que la verdad avale también el derecho que tenemos como sociedad de que estos hechos no se repitan nunca más.

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