María Fernanda Idrobo
El fomentar la cultura de paz y no violencia desde un ámbito social, cultural, moral y de convivencia, es fundamental para todos los seres humanos. Todo esto se relaciona directamente como uno de los objetivos principales del mandato de la UNESCO. La formación y la investigación para el desarrollo sostenible están entre sus prioridades, así como la educación para los derechos humanos, las competencias en materia de relaciones pacíficas, la buena gobernanza, la memoria del Holocausto, la prevención de conflictos y la consolidación de la paz.
Es fundamental hablar de las bases para lograr los objetivos de cultura de paz, pues esto surge a partir de los comportamientos individuales así como la cooperación tanto nacional como internacional que se fomenta a través de programas para gestionar espacios de educación. Varios proyectos establecidos bajo estándares generales de prevención y reparación se ven ligados a la importancia del ejercicio de paz.
En el ámbito de los derechos en general, gracias a su mandato intergubernamental y su composición universal, la UNESCO como organismo principal relacionado con la cultura de Paz, concentra sus actividades en las preocupaciones a escala mundial que requieren la colaboración. Asimismo, es importante mencionar que el conocimiento de los derechos y las libertades es una herramienta fundamental que garantiza el respeto de los derechos en universalidad de todos.
El Programa Mundial para la educación en Derechos Humanos, es la guía del trabajo preocupada por el avance de la disminución del racismo, la xenofobia y la intolerancia, así como también se considera que la educación es esencial para fortalecer los fundamentos de la tolerancia y reducir la discriminación y la violencia, siendo uno de los principales objetivos en el sistema de educación actual.