Ante un clamor ciudadano, en el cual me incluyo, usuarios y consumidores de telefonía, internet y televisión por cable, demandamos la intervención oportuna de la Defensoría del Pueblo, institución que tiene como objetivo, tutelar, promover y proteger el derecho de las personas de recibir bienes y servicios de óptima calidad, en el que se proporcione una información precisa y no engañosa sobre los contenidos, características y condiciones de los servicios que ofertan. Además, se debe informar sobre la posibilidad de reparación e indemnización por daños y perjuicios provenientes de deficiencias o mala calidad de los productos.
Ante esta problemática, ninguna autoridad ha dado una respuesta o pronunciamiento, registrándose inconvenientes por servicio deficiente, doble facturación, cobros indebidos, sometimiento a planes que exigen permanencia, además de no existir un servicio personalizado, ya que se ha instalado un robot virtual que no soluciona las demandas y requerimientos de los usuarios.
La ciudadanía está cansada de tanta desidia y quemeimportismo, pues muchas empresas hacen caso omiso de los derechos de los consumidores, consagradas en la Constitución y en la Ley Orgánica de Defensa del Consumidor. Por medio de este espacio, hago un llamado a la población para que a través de la implementación de una cultura del reclamo, exija sus derechos y con ello un servicio de calidad, y de una vez por todas se termine la “viveza” con la que actúan ciertas empresas proveedoras de servicios que solo quieren generar utilidades, a costa de timar a la gente y de meter la mano en el bolsillo de sus clientes. Esperamos que este reclamo no resulte insuficiente y que llegue a oídos de quienes deben protegernos por mandato constitucional.