La mayor parte de los economistas debatimos si la recuperación será en forma de lenta o rápida, aunque desde COVID 19 consideramos que la recuperación será paulatina en pendiente positiva con un comportamiento económico inspirado en el E-Commerce, ahondando en la idea de bifurcación. Tras el trauma de 2020, algunos sectores e individuos muy probablemente una minoría en términos cuantitativos se recuperarán rápidamente y terminarán 2021 con mayor riqueza y bienestar.
La economía en 2021 estará marcada por crecimientos económicos moderados, tipos de interés bajos, reducidas tasas de inflación y por un mayor protagonismo de los Estados en la economía. Con una economía que será más digital y verde.
En el 2021 y 2022 en donde veremos un aumento de la producción nacional, aumento significativo de PIB, disminución paulatina del desempleo pero sin embargo, la imparable revolución digital obligará a reformular el actual proceso globalizador y algunos analistas señalan que habrá fuerzas en direcciones dispares: por un lado, la robotización puede reducir dramáticamente el ritmo de las deslocalizaciones (según Deloitte, se espera que el coste de un robot represente el 10% del coste de un empleado onshore frente al 35% de un empleado offshore), pero, por el otro, la mayor escalabilidad de la producción a nivel global puede generar la aparición de superempresas globales con potenciales efectos negativos sobre la competencia y también sobre el ritmo de innovación.
Estamos inmersos en un mundo digital y que a la vez puede llegar a ser contraproducente en el futuro para algunos sectores tradicionales, pero, que indudablemente contribuiría a un economía verde sostenible.