Arriesguémonos a importar

Es tiempo de ver atrás
Es tiempo de ver atrás

Pablo D. Punín Tandazo

Aunque faltan algunos meses, ya se comienza a sentir la época electoral. Empiezan los regalos, las promesas ligeras, los discursos vacíos y los añorados “acuerdos”, que suelen estar acompañados del respectivo intercambio de camisetas.

Los acuerdos, en realidad, resultan necesarios dentro de un sistema democrático. Lastimosamente, el problema está en la forma en la que se han utilizado, siendo la idea, casi siempre, obtener una rodaja más de pastel sin importar que muchos sigan muriendo de hambre. Hay quienes no tienen nada en común, pero se unen porque en lo poco en lo que concuerdan es más fuerte que cualquier otra convicción: servirse antes que servir.

Que no les sorprenda, en esto lo que importa es ganar. ¿Y nosotros? ¿importamos? Se preguntarán, así como lo hago yo. Así como lo hacen las personas en la esquina y también las que están a kilómetros de aquí.

Creo que la respuesta es muy clara, como también está claro que de nosotros depende cambiarlo. Debemos dejar de desentendernos de la política, porque hacerlo nos ha llevado al lugar en el que estamos hoy.

Tenemos que estar muy atentos con las propuestas y proyectos. El país necesita autoridades que tengan conexión con la realidad. La coherencia puede ser una buena pauta para marcar un candidato a seguir, pero lo importante será recordarla al momento de elegir.

Hay que ser escépticos ante quienes no tengan forma de respaldar sus palabras y quitar al disfraz a quienes cada cuatro años buscan un cargo nuevo. Basta ya del “mal menor”. Si no exigimos más, difícilmente los problemas vendrán a menos.

Arriesguémonos a importar.

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