Eddy Arrobo Rodríguez
El 10 de marzo del año en curso, el país convulsionó una vez más con el perverso y repulsivo accionar de 99 “honorables” asambleístas, quienes sumisos al mandato de las agendas mafiosas de los caciques de los partidos políticos, conspiraron una vez más contra la decencia, dando amnistía, perdón y olvido a violentos que sometieron y pusieron en llamas a la capital de los ecuatorianos. Con tristeza recordamos como en octubre del 2019 se caotizó a todo un país, donde se destruyeron plazas y calles, se incendiaron instituciones, etc. con el único objetivo anarquista de desestabilizar a la república.
Sí, el circo llamado Asamblea Nacional ha dado amnistía en combo a 268 personas, cuyos procesos penales deben archivarse inmediatamente y quedarán en libertad sin juicios. Como no podía ser de otra manera, los iracundos beneficiarios desde las cenizas en que dejaron a la ciudad de Quito se encuentran muy felices y contentos, mientras que la ciudadanía está indignada al ver que sus “representantes” traicionan una vez más a la patria.
Con este accionar la Asamblea Nacional sigue en picada, ha perdido total credibilidad y ha registrado un pésimo antecedente, pues se envía un mensaje de impunidad, dando a entender que en el futuro cualquier desadaptado social y sus secuaces, pueden volver a atemorizar, secuestrar, incendiar edificios, destruir bienes patrimoniales, dejar sin servicios básicos, entre otras atrocidades, pues al final de todo cuentan con el apoyo de la mayoría de asambleístas que perdonan hechos antisociales disfrazándolos de protesta social.
Se acercan las elecciones seccionales y ojalá la población no tenga amnesia y castigue en las urnas a los bloques legislativos que negociaron para dar paso a la amnistía de la vergüenza.