La raíz del problema

Juan Sebastián Vargas

Mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos y dejar atrás los altos índices de pobreza nos llevan a muchas hipótesis de cómo se lo podría lograr, y, si bien hay muchas interrogantes y diversas percepciones lo cierto es que llegamos a la conclusión de que para sacar adelante al país debemos mejorar la calidad de la educación de toda la población y en especial de los sectores más vulnerables en donde la deficiencia educativa es abismal, y por supuesto, mientras tengamos un sistema mediocre y diferencias socioeconómicas marcadas especialmente en el sector rural muy difícil será tener una población más instruida que nos permita proyectar un desarrollo sostenible en el tiempo, pero, para entender en dónde nace esta problemática y aplicando la famosa herramienta de análisis de problemas llamada los “5 porqué” que no es nada más que una técnica que requiere preguntarse cinco veces “por qué” nos permite identificar la causa más probable y en efecto nos lleva a la raíz  del problema que es la desnutrición crónica infantil, que, pareciera no tener relación directa pues resulta que si la hay, para eso recurrimos a las estadísticas de UNICEF en donde la desnutrición crónica infantil afecta al 27,2% de los niños menores de dos años en el Ecuador y si bien se han desarrollado programas relacionados con salud y nutrición la verdad es que ha venido en aumento y se la considera como un problema de salud pública del país, existen a su vez muchas causas, alimentación inadecuada o insuficiente, enfermedades continuas en los primeros años de vida del niño y otros como falta de acceso a servicios básicos indispensables y de calidad como agua potable, saneamiento e higiene y servicios de salud. Según el portal de UNICEF en el cual investigué, un niño o niña con desnutrición crónica puede tener problemas de aprendizaje, sobrepeso, enfermedades como hipertensión o diabetes y dificultades para insertarse en el mercado laboral. He aquí la raíz del problema.