¡La mujer!

Positividad tóxica
Personaje lojano

Álvaro Peña Flores

¡Cualquier herida, menos la del corazón!¡cualquier maldad, menos la de la mujer! Eclo 25, 13.

Cuantas heridas se han abierto a lo largo de la historia, cuanta maldad se ha generado en su existencia, cuanta ignominia y violaciones se han perpetrado en su ser. Sin embargo, siempre fuerte, siempre abierta, siempre diferente, siempre gestante, siempre tú.

Inteligente, sensata, prudente y hermosa. Alumbras el camino, tu camino, mi camino, nuestro camino; siempre lo abres con el diálogo, lo persuades con tu inteligencia y tu razón siempre mayor a la todos. El sexo fuerte, insaciable y frugal, tosca y culta, dócil e inflexible. Susurras y excitas, amas y odias, das y recibes.

Admirable tesón en la incansable lucha por sus derechos, muchos conseguidos, muchos por conquistar. Pilar fundamental del hogar y compañera irremplazable del varón, edificas, sostienes y trasfieres sabiduría, amor y verdad.

Tus aportes en la ciencia, en la política, en la religión, en el hogar, en la calle, en la escuela, han marcado el rumbo de la historia, en cada etapa has figurado: oculta o visible, protagonista o antagonista, como heroína o como víctima, pero siempre presente.

A ti, que te hieren, que te mancillan, que te humillan, que te relegan, que te odian, que te mienten y que también te aman, respetan y consideran; escribo estas líneas como gratitud por tu incondicionalidad. Tu día se celebra no solo por los logros alcanzados, sino porque eres la madre, la esposa, la amante, la hija, la hermana, ¡LA MUJER! La profesional, la barrendera, la religiosa, la prostituta, la amada. Tú, como imagen perfecta de la creación y del creador, sostienes la familia y el mundo, como fuente irreprochable de vida que da a luz y con ello, esperanza para la humanidad.

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