Nacer en un país, y encontrar los elementos vitales para la vida, motivan manifestación de gratitud a la naturaleza y a nuestros padres. En su origen el ser humano era recíproco, respeto la ética, la moral, y las buenas costumbres. En el siglo XX los congresistas discutían leyes, y practicaban la lucha de principios ideológicos, siempre en beneficio del país.
Sin embargo, el tiempo y los elementos nocivos como, alcoholismo, genética destructiva, drogadicción y ambición por el dinero, desfiguraron la conducta humana de modo que, ahora son muy semejantes a los monstruos cavernarios.
Contrariamente hoy luchan por destruir el país. Los políticos desde siempre fueron mentirosos, pero con el tiempo degeneraron hasta convertirse en sinvergüenzas y ladrones. Esta afirmación se fundamenta en las declaraciones del presidente Guillermo Lasso quien dice, que todos los congresistas a excepción de los Social Cristianos negaron el proyecto del ejecutivo, relacionado con la atracción de inversión, para dar trabajo a jóvenes y mujeres, solamente porque no les dio lo que pedían como ministerios, hospitales, exoneración de impuesto a la renta y dinero efectivo; dando la espalda al país, como consecuencia negando la reactivación económica.
Emilio Palacios, dijo: “A los líderes políticos de la Asamblea no se les ve ir a ninguna parte”. La oposición solamente crea un verdadero caos político. El Gobierno está obligado a blindar los bienes del estado para evitar la usurpación de estos. Albert Camus dijo: “Un hombre sin ética es una bestia salvaje”; así son nuestros congresistas. F. Nietzszche dijo: “Si me mientes, de aquí en adelante no creeré en ti”. Ya no creeremos en los congresistas. El pueblo como mandantes, pedimos a los Asambleístas que justifiquen porqué negaron el proyecto de atracción de inversión y generación de trabajo, y les exige que sean respetuosos de la obligación de crear leyes a favor del país.