La cervecita

Iván Paredes

Esperamos que, con este artículo de opinión, al ser responsabilidad absoluta de quien lo escribe, no herir susceptibilidades ni, mucho menos, culpar, al contrario, es reflexionar y tomar conciencia de las palabras y acciones al exteriorizar son de absoluta pertenencia de la persona, recordando que “somos esclavos de lo que decimos”; por lo tanto, asumir los errores es de valientes.

Con lo dicho, lo acontecido el último día del año anterior en nuestra ciudad se nos vino a la mente aquellas palabras expuestas por el señor Presidente de la República, Guillermo Lasso, en aquella campaña electoral del año 2013, cuando dijo “en mi Gobierno se podrá tomar cerveza los días domingos”; más aún, reitera en su última campaña electoral del año 2021, en un mitin en la ciudad de Guayaquil, acompañado de la dirigencia del Partido Social Cristiano, cuando textualmente dijo: “Por ahora no nos permiten tomar una cervecita en cualquier lugar, pero en tu casa te puedes tomar una cervecita porque es viernes y el cuerpo lo sabe. Y por ahí, no lo vayas hacer, no sigas este consejo, pero si te la tomas en una esquina, ya que chu…, hermano, te tomas la cerveza”; y es así, como no medimos las consecuencias y sus resultados, por eso, “el pez por su propia boca muere” porque más vale el interés personal o grupal que el interés social. Entonces, lo sucedido en un barrio de esta ciudad, primeramente, deben hacerse responsables aquellos que con el ejemplo y expresiones inducen a la juventud novata a realizar actos que dañan la moral; luego, están los padres y, por supuesto, el sinnúmero de negocios de venta de licor que no les importó vender a menores de edad o respetar su barrio y la ciudad y, todos sabemos la razón. Pero sin duda, es responsabilidad de todos que estos tristes episodios no se vuelvan a repetir.