In-competencia

Si que la pandemia nos ha puesto al límite como personas y sociedad, en ese contexto no han quedado libres los gobiernos y sus gobernantes.

Semana tras semana tenemos un sinnúmero de contradicciones entre lo que dispone el gobierno central, COE Nacional y COE´s cantonales, como ligero ejemplo está el partido de la selección de fútbol, mientras se exigía restringir aforos, suspender presencialidad en las clases, el partido se jugó con público con un irrespetado aforo fijado en un 50%.

A la par, mientras sorteamos la nueva ola de contagios, el Presidente ha hecho un anuncio de reducir el IVA en los días de carnaval, medida innovadora para dinamizar el comercio y turismo, pero, ¿y la pandemia que no descansa?, ¿el sistema de salud al borde del colapso?

No, no pretendo instaurar una única postura o verdad, solo pido coherencia, un plan de reactivación no puede dejar de lado la salud pública que esta en constante amenaza, así como tampoco la salud pública puede aislarse de la realidad económica que impulsa a todo segmento social.

Entonces, a esta pandemia que lleva más de dos años dando guerra, se le suma un nuevo actor de terror, la delincuencia organizada y bandas delincuenciales que se las vincula con microtráfico, ciudades como Guayaquil sortean la suerte de ciudadanos a diario, entre sacapintas y sicarios.

En ese momento donde la cooperación interinstitucional y la presencia del estado no puede generar dudas, aparece ese afán de “protagonismo” o de “lavada de manos” con aquella inmortal frase del político ecuatoriano mediocre “no es mi competencia”. Sépase que el país no está para interpretaciones antojadizas de la Constitución y la Ley, es momento de actuar, caso contrario el hampa se apoderará descaradamente de las calles, escalando a todo espacio de poder.

Es importante conocer y distinguir que las competencias de los niveles de gobierno, pueden ser exclusivas, residuales y concurrentes, entre estas últimas esta la seguridad ciudadana, y en aplicación a lo que señala el Cootad, los municipios deben crear y coordinar los consejos de seguridad ciudadana municipal, con la participación de la Policía Nacional, la comunidad y otros organismos relacionados con la materia de seguridad. ¿Y los ciudadanos?, nuestro deber participar en la formulación y ejecución conjunta de políticas locales, de prevención, protección, seguridad y convivencia, claro, para lograr aquello, se necesita liderazgo de las autoridades, ¡Exijámoslo!