Graduados en pandemia

Ariana Miñaca Toro

Las familias siempre esperan la graduación de su hija o hijo. Al ver a sus jóvenes completar una nueva etapa en sus vidas y continuar convirtiéndose en profesionales y seres humanos, sus sacrificios financieros y personales han sido recompensados.

Sin embargo, los graduados de los años 2020 y 2021 serán recordados como la generación pandémica que tuvo que luchar con las aulas virtuales, la distancia física y, en muchos casos, la proximidad al dolor y la pérdida. Su graduación es muy diferente a lo que ellos y sus familias esperaban hace unos años.

Además, antes de la pandemia, era difícil encontrar una promesa de un trabajo de calidad al final de una carrera, lo que se ha vuelto difícil hoy y puede tener consecuencias irreversibles. La encuesta realizada por el profesor Hannes Schwandt de la Universidad Northwestern y el profesor Till von Wachterpillar de la Universidad de California en Los Ángeles publicado por el Fondo Monetario Internacional mostró resultados muy preocupantes.

Su trabajo considera que los graduados que ingresan al mercado laboral durante la crisis que estamos viviendo pueden tener un impacto adverso en sus ingresos, la sociedad y la economía a corto plazo. A largo plazo, esto afectará su salud, la satisfacción familiar e incluso la esperanza de vida.

La tarea de los países de América Latina es establecer alianzas educativas y generar empleo productivo entre el gobierno, la academia y el sector privado: las universidades no solo brindan títulos, sino que también brindan un mercado laboral que está estrechamente relacionado con las necesidades de la vida y la calidad del trabajo; el gobierno crea condiciones para incentivar la inversión y el empleo y asegurar oportunidades para los jóvenes más desfavorecidos; y el sector privado responsable, invirtiendo en aumentar su productividad, atraer y desarrollar talentos, como base de su competitividad.

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