Ni trabajan ni estudian, es por ello que se les denomina la generación ‘nini’ que son aquellos jóvenes principalmente entre los 15 y 30 años, en promedio, que por diferentes factores socioeconómicos no pueden asistir a educación media y superior o no tienen acceso a un trabajo formal.
La problemática se ha acentuado mucho más con la pandemia y resulta un factor muy preocupante, ya que esta situación vulnerable tiene muchas consecuencias, entre ellas la pérdida del capital humano ante la improductividad de un importante porcentaje de la población.
Por otro lado, esta generación se concentra principalmente en hogares de escasos recursos, pero hay otros datos más preocupantes, puesto que a nivel de Latinoamérica un 66% corresponde a mujeres y en el Ecuador el 75% siendo el embarazo una determinante para caer en esta condición lamentablemente.
La posición del Presidente para que se elimine el examen de ingreso a las universidades, desde mi apreciación es totalmente acertada y contiene un alto sentido social.
Y hago referencia a esto, ya que precisamente según un artículo publicado en la Revista de Economía de la Universidad del Rosario realizada por la Escuela Politécnica Nacional, hace hincapié en la importancia de que los jóvenes estudien sin restricciones.
Es importante en el desarrollo individual y en cuanto a la productividad de la sociedad en general, ya que ayuda a generar destrezas y habilidades en los individuos y en consecuencia el efecto en esta población joven sería la posibilidad de obtener ingresos económicos.
Igualmente esta población ‘nini’ al estar fuera del sistema educativo estarían en total desventaja en el mercado laboral con respecto a jóvenes que si están estudiando, así obtengan malas notas como lo manifestó el Presidente.
La sociedad y el gobierno deben hacer un profundo análisis de esta problemática, es indispensable tener políticas de inclusión educacional y laboral que nos permitan en el mediano plazo reducir esta peligrosa tendencia.