Nuestros niños y jóvenes

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ
MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

Ellos vinieron al mundo por mandato divino porque papá o mamá lo quiso, llegaron para alegrar la vida, brindar compañía y compartir inquietudes. Cómo no recordarlos desde que nacen y crecen con sabias ocurrencias para ser atendidos por los mayores y recibir la palabra sabia de sus maestros.

En medio de carencia y de pobreza se observaba y compartía con ellos que presurosos se amañaban al centro educativo que los recibiera.

Antes de la pandemia acompañada de la muerte apareció la escuela del milenio a la que muchos estudiantes no pudieron acudir porque la distancia no era permisible, se quedaron sin saborearla, desertaron, otros, caminaban extenuándose y sin buena alimentación.

Con pesar saboreamos las noticias de que un elevado porcentaje no quiso estudiar más porque concienciaron que la presencia de la pobreza impedía tener el tecnicismo exigible para las clases no sólo presenciales sino a distancia y otros, hasta sobre árboles, compartiendo un celular.

Con mucho pesar me expreso al conocer la impotencia de no poder ayudar a quienes necesitan la lectura, la escritura, el cálculo mental, saber hablar, discernir y emitir el cúmulo de ideaz para esbosar su pensamiento.

La etapa invernal persiste y hace su fuerte en zonas rurales en donde no hay oportunidad para los renacientes y jóvenes campesinos. Las escuelas comunitarias deben ostentar el trabajo de avanzada para que el pensamiento y raciocinio del niño y joven del campo salga a flote y sobresalgan los grandes y futuros hijos de la patria.

Lamentable pero cierta es la expresión «no estudié por no poder y no porque no quise», apena sobremanera la cruel realidad y qué decir de los que sí van a los centros educativos y muchos de ellos nada asimilan por  no querer. Las actuales autoridades gubernamentales tienen un gran compromiso con la niñez y la juventud.

 La ignorancia se vuelve madre de todos los males, no hay que olvidar que la pobreza es el menor de los males y que el estudio es el vestido de gala de todo ser humano..