Cada quien votó desde su perspectiva, afloró el juego del 6 y 9, cada quién ve el número o su realidad dependiendo desde donde mire. Ahora por fin terminaron las campañas, tenemos presidente y hemos quedado como resultados tan polarizados en los pobres buenos y los ricos malos mensaje tan repetido todos estos años en el país.
Soy firme creyente que las teorías políticas ya no son sostenidas, la realidad es de nuestra Latinoamérica, es local, es un problema de conciencia no de categorías que se vendieron en la historia para distinguir valores o ideas. Todo se ha vuelto tan solo un problema de conciencia. Recapitulemos cuantos casos hay de corrupción eternizada en el poder, cuanta prepotencia y e inconcebible marcado machismo no solo desde el espacio público también está desde una parte de la sociedad de la cual somos parte, es momento del equilibrio no de radicalidades, es momento de respeto y decisiones que nos beneficien a todos.
La historia empieza en ser gobernados por personas con conciencia o adoctrinados en el insulto, y no digo solo por el presidente que ganó, junto a él llegan todos los demás representantes de grandes y hasta pequeños cargos, no se trata de una corriente de derecha o de izquierda se trata de ser conscientes de nuestras responsabilidades, obligaciones y derechos.
Electos del país yo no les pongo una tendencia con color ni dirección, cada uno puede hacer las cosas diferentes, los valores están en todos y cada uno, no son propios de ningún partido, en su independencia y capacidad, busque su conciencia, ejerzan su cargo mirando a su alrededor lejano no se limiten a su cercanía, mantengan la mente abierta, no nos fallen, pero sobre todo ya no nos dividan.