Elecciones en la Asamblea Nacional

Rogelio Morales Cattani

Por lo que se va revelando y como cuando se pelean las comadres se aclaran las verdades, las últimas elecciones a las dignidades de la Asamblea Nacional tuvieron y aún tienen, dudas que solo el tiempo podrá despejar.

Primero un asambleísta electo lanza un globo de ensayo, anuncia posibles pactos en favor de la gobernabilidad sin impunidad y con “comisiones de la verdad” que ya sabemos por donde van. Recordar el informe de técnicos extranjeros en relación al asesinato de un General que denunció actos de corrupción, informe que fue aparentemente mutilado. Luego otros miembros de una comisión enjuiciados por no decir lo que quería el dictador, ¿eso queremos?, ya basta de tanto cinismo.

Otro actor político insinúa que, de haber ganado el otro candidato a la presidencia, era posible un golpe de estado orquestado desde la Contraloría, ahora con ese funcionario preso esa posibilidad, al menos con él no existe. Un ex presidente ahora prófugo de la justicia declara que de apoyar a cierta candidatura en un año le “tumban” al presidente y con cinismo asegura se haberse negado a volver de esa manera y de que manera quisieron volver en octubre del dos mil diecinueve, quemando desde dentro y desde fuera las pruebas de la corrupción que existían en Contraloría.

El presidente de la Asamblea tercero en sucesión a Carondelet en caso de que caiga un presidente elegido democráticamente, es una tentación para los arribistas corruptos. Es probable que uno de los aspirantes, no aprendió que, ni siquiera le tomaron en cuenta para la Prefectura del Guayas y pusieron en lugar suyo a otro, porque no suponer que un resentimiento haya sido la causa para patear tablero.

El pueblo sufraga, pero deciden otros, los que dicen ser enemigos políticos que negocian debajo de la mesa. Viejas y nuevas oligarquías apoyados por dictaduras financieras, terminan decidiendo el destino de la gente.

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