El redondel Cabezas Borja

Por: Jorge E. Madera Castillo

Una de las bellas casonas patrimoniales de la ciudad de Ibarra debería ser aprovechada por la municipalidad u otra entidad de servicio público, en posible negociación y acuerdo con sus actuales propietarios. Fue la vivienda del ex Alcalde Dr. Luis Cabezas Borja quien, en ese entonces, la construyó en las afueras de Ibarra, siendo la casa central de su finca ganadera. Hoy, por el lado occidental, el centro histórico termina en el redondel que rodea a la vieja casona y se conecta con la parte moderna de la ciudad; lamentablemente no está aprovechado como debería, ni urbanísticamente, ni como edificación, ni como un hito de planificación dentro el enclave de la Ibarra antigua, siendo un recurso de un potencial increíble para la ciudad. En otros lares, ya la hubiesen restaurado y dado un destino en favor de la historia y la cultura.

La Junta de Rescate Patrimonial de Ibarra, dentro de la propuesta de Ordenanza, ha propuesto la inclusión de varias políticas públicas locales referentes al patrimonio. Una de ellas tiene que ver con promover acciones de rescate, renovación urbana y puesta en valor de edificaciones y espacios públicos. Para entender mejor la aplicabilidad de una política de esta naturaleza, qué mejor ejemplificar el caso del redondel Cabezas Borja. Los especialistas en urbanismo y en patrimonio nos hacen ver que nuestro centro histórico que tiene una conformación perfecta en forma de “damero” producto de un trazo rectilíneo así diseñado por García Moreno y sus técnicos, tiene la ventaja de poder ser aprovechado íntegramente, a partir del desarrollo de ciertos “cordones” o ejes longitudinales y transversales.  Uno de ellos sería el que conecta al Obelisco con la iglesia San Francisco; otro es la calle Bolívar desde la iglesia de Santo Domingo hacia el sur; otro es la calle Juan Montalvo desde su nacimiento al norte hasta San Juan Calle; y otro es justamente a partir del redondel Cabezas Borja, por la calle Oviedo hacia oriente, para conectar con la salida hacia La Victoria, con lo cual se impondría la necesidad de intervenir en la casona y en su redondel para que se constituya en la cabecera de un boulevard.

Estas buenas ideas y propuestas de grupos de profesionales, nos brindan una visión diferente de lo que debería ser nuestro centro histórico, al cual hay que soñarlo y re pensarlo en términos de su planificación, para convertirlo en uno de los mejores productos turístico culturales del país, en un lugar ideal para vivir, y en el verdadero centro comercial de gran calidad para los ibarreños. Para esto, es absolutamente necesario un Plan de Gestión Patrimonial de largo plazo, para contar con un norte. Con certidumbres, la gente invertirá.