El Ambato republicano

Giuseppe Cabrera

En el Ecuador, como en el mundo, las ciudades y países fijan como su cita cívica: su fundación, la aprobación de la constitución o su gesta emancipadora, como su día nacional o local; la fecha que festeja el sentido nacional y celebra el día mismo de alegoría nacional: el día de la nacionalidad. En el caso de Ambato, ese día está fijado el 12 de noviembre, eligiendo la gesta emancipadora del día de independencia como el inicio del sentido local, Ambato nace en noviembre y renace entre febrero y marzo por las F.F.F., pero, el momento de solidificación de la identidad ambateña está fijado en su independencia del yugo español. Un yugo del cual impugna su libertad, no sus tradiciones ligadas al Ambato colonial y que cruzan muchas de sus festividades. Anhelan ser libres, no renegar de la idea de hispanidad, del mestizaje y su construcción cultural entre el legado de los pueblos originarios y la adopción impuesta de las costumbres españolas, el mismo idioma es ejemplo de ello.

Entonces, cuando nos preguntamos qué es ser ambateño, mucho pasa por entender la identidad construida en torno a su misma independencia, como su nacimiento y las Fiestas de las Flores y las Frutas como su renacimiento, si ha de fijarse dos puntos de referencia identitaria sin duda son aquellos.

Esos valores de libertad, progreso, conversación, cosmopolitismo y tradición, constituyen el núcleo identitario del ambateño, que sobrevive a pesar de sus contradicciones y se resignifica en cada momento de dificultad.

Su situación geográfica y desarrollo económico, también ha incorporado otros factores como el comercio o la productividad, como parte de sus valores identitarios.

Más allá de juicios o superioridad moral sobre qué valores o tradiciones son superiores a otras, me parece fundamental encontrar espacios de reflexión y debate sobre esas cuestiones, porque permiten que incluso se modifiquen unos o reemplacen en lugar de otros, evitándonos la tan cansina y poco efectiva cancelación en redes sociales.

El 12 de noviembre, es uno de esos momentos en los que tenemos que plantearnos ¿qué significa ser ambateño?

Mientras, ¡que viva el Ambato republicano! De libertad, renacimiento y progreso.