Depredadores

CARLOS CONCHA JIJÓN
CARLOS CONCHA JIJÓN

No se puede calificar de otra manera a quienes actúan como criminales predadores, para alimentar su avaricia atacando a la naturaleza y destruyendo el hábitat de plantas y animales.

Las noticias sobre la explotación de oro, son espeluznantes cuando nos dicen que las explotaciones de este metal en las selvas ecuatorianas rebasan toda expectativa al haberse descubierto alrededor de cincuenta súper retro excavadoras, como una inversión millonaria desbrozando la selva, para extraer el lujurioso metal.

Llama la atención cuando dicha explotación se podría estar realizando de una manera anti técnica causando un daño irreparable al ecosistema, perjudicando a la flora y la fauna; es decir a la biodiversidad en general.

Es grave cuando se dice que una explotación grande carece de permisos y por ende de un plan de manejo, que permita cuidar el medio ambiente. Se ha hablado de miles de personas que están extrayendo el metal, luego que las máquinas van estruendosamente destruyendo la selva, serrando vertientes, cambiando el curso de riachuelos e incluso de ríos.

Otra realidad que preocupa, es la contaminación de arroyos y ríos con químicos que originan la muerte de peces y otras especies lacustres. Es inconcebible que la biodiversidad calculada en 2.5 millones de especies identificadas, sean destruidas en una actitud de agravio injusto a la naturaleza.

Considero que una información de esta naturaleza, además de ser alarmante y nociva para el país, porque encierra una actitud criminal al utilizarse procedimientos nocivos e ilegales en la extracción del oro y peor todavía que se ha dicho que no existe un plan de manejo para la explotación.

Me parece necesario y me imagino, que denuncias de esta naturaleza, ya deben estar siendo investigadas de manera urgente y si fuera el caso, que existiese los permisos correspondientes para la explotación, debe ejercitarse una inspección que demuestre en el terreno, que no hay perjuicio a la naturaleza, ni se ha afectado la biodiversidad; caso contrario si no se ha realizado un plan correcto aprobado por las autoridades competentes, efectivizar las sanciones correspondientes y la incautación de las maquinarias a más de las sanciones, que ordenan las leyes, para aquellos que atacan  a la naturaleza y ocasionan daños graves a la biodiversidad. “El oro a la par que es el más puro de los metales, es el mayor de los corruptos.