Democracia electrónica

Agustín Sánchez Lalama
Agustín Sánchez Lalama

Con tanto escándalo y cortina de humo que se presenta en el escenario político, situaciones de gran relevancia que verdaderamente ameritan un seguimiento y vigilancia ciudadana suelen pasarse por alto. Hace pocos días, en medio de las enardecidas protestas que sitiaron a varias ciudades del país, nuestra cuestionada Asamblea Nacional activó el procedimiento de destitución del Presidente de la República, sin que a mi criterio existiere mérito suficiente, pues no se cumplía ninguna de las causales que establece la Constitución.

Sin embargo de aquello, al haber reunido los votos para someter a votación la decisión de destituir al Presidente, en una noche llena de tensión, y gracias al uso de la tecnología, gran porcentaje de la población pudimos ser testigos del proceso parlamentario que perseguía el proceso indicado, así también vivimos de cerca un intento descarado de burlar nuestra voluntad popular representada por asambleístas, tras una manipulación flagrante de los sistemas de votación con la que se pretendió alcanzar los 92 votos requeridos, y provocar un estallido social. Si bien el Presidente de la Asamblea, ha buscado todos los medios para minimizar lo ocurrido, el informe técnico ha revelado que tal “hackeo” existió y que al menos cuatro curules habrían sufrido tal intervención que alteró los resultados iniciales.

Naciones Unidas considera que el uso de tecnologías digitales constituye una pieza clave para alcanzar los ODS, por lo que resulta fundamental exigir la implementación de un gobierno electrónico y abierto, en la prestación de servicios públicos, empero en el caso ecuatoriano es la muestra que las herramientas tecnológicas son usadas para fines protervos, en casos como sorteos electrónicos de causas judiciales, o procesos de contratación pública maniatados para adjudicar a determinado oferente.

Pocas resultan ser las garantías que nos brinda la implementación de este tipo de sistemas en países como el nuestro, pues en lugar de contribuir a fortalecer y agilizar las acciones de gobierno, se han visto manoseados constantemente, sino recordemos lo ocurrido en el apagón electoral del 2017, sobre el cual pesan varias dudas. ¿Cuánto más, a través del uso de las TIC, se habrá modificado la verdadera voluntad ciudadana?