Del fútbol

Rocío Silva

En el último mes, se ha retomado el concepto – en unos momentos antropológico en otros momentos sociológico- sobre el fútbol ecuatoriano, como un fenómeno social de gran influencia e importancia dentro de la sociedad nacional. Y no es para menos, dos hitos marcaron este mes, por una parte, el triunfo del Club Deportivo Aucas como campeón nacional luego de 75 años de espera, con una hinchada de adultos mayores; y, por otra parte, la participación de la selección del Ecuador en el Mundial de Qatar. Estos escenarios futbolísticos, son motivos suficientes para determinar que la sociedad ecuatoriana, a través del fútbol, se ve a sí misma y ve a sus integrantes varones. (En otra ocasión nos referiremos a la Selección Femenina)

Estos dos hechos del fútbol; hace que la población ecuatoriana, experimente vivencias, y se reconstruyan narrativas sobre integración nacional, que fueron tan resquebrajadas en el paro de junio 2022. De modo que afloran valores no negociables como: el respeto y consideración por los ancianos, la diversidad cultural, el espíritu de colaboración mutua, la unidad nacional; se quedaron por un ratito, al menos, a un costado: el racismo, la corrupción, la pésima administración pública, el desempleo, la migración, la desnutrición, la violencia, la inseguridad, etc.

Los televisores con la transmisión de los partidos, volvieron a consolidarse como puntos de encuentro social o familiar. Se quedó en la retina de muchos la imagen del anciano en silla de ruedas con un tanque de oxígeno, que lloraba y a la vez reía de la emoción ante el triunfo del Aucas; así también, parques con pantallas gigantes que transmitían el partido del mundial, presentaban las más curiosas estampas, tal como aquella del trabajador con bebé de brazos encaramado en los árboles, disfrutando de la transmisión del partido Ecuador-Senegal. Todo entonces, se volvía perfecto, porque cada quien se identificaba con Alfaro y sentían que eran las piernas de los futbolistas en el estadio de Qatar. Posiblemente, lo que se buscaba el ecuatoriano con tanta emoción, era que siga el sueño del mundial, para no despertar y encontrarnos, con que nada ha cambiado.