De indios, selva, barcos

Iván Paredes

La desfachatez e insolencia, acompañada de la ignorancia con tintes egocentristas y hasta narcisistas, es lo que ciertas personas investidas de autoridad, (al no tener los pueblos otra alternativa o ser la menos peor) demuestran con sus palabras y comportamiento y, lamentablemente, esto sucede a nivel de Latinoamérica.

Creerse o sentirse superior al otro por el color de piel, el lugar donde reside o el proceso histórico-genético, eran complejos sociales del siglo anterior, pero a raíz de la Segunda Guerra Mundial y con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, aquello fue considerado una grosería para la humanidad, lo que no han podido entender los “señoritos” del socialismo del siglo XXI, que de socialistas no han demostrado un mínimo de conocimiento ni principios, al ser una ideología que rechaza por completo la discriminación, el racismo y la desigualdad social, pero como viven en la opulencia y codicia que, lo que dicen, es únicamente, para confundir a la población, porque no tienen el sentir, la vocación ni la valentía que se necesita para luchar por los demás.

El pasado 9 de junio el Presidente de la hermana República de Argentina, Alberto Fernández, en la Casa Rosada frente al Presidente del gobierno español que estuvo de visita, expresó que “los mexicanos provienen de los indios, los brasileños de la selva pero los argentinos vinieron en barcos”. Palabras peyorativas que denotan discriminación, superioridad, ante los mismos ciudadanos argentinos y demostrando el desconocimiento, exclusión o abolición de los 38 pueblos indígenas originarios que ya ocupaban la Argentina. En Ecuador escuchamos a un ex – Presidente decir “Ojalá yo tuviera un mejor pueblo”, quedando claramente demostrado que estas personas carecen de valores humanos y, como tal, elevamos nuestra voz de protesta exigiendo que los pueblos, sociedades y Estados se merecen respeto, en especial, de las autoridades.